Tía, te pasan cosas raras

Hola, queris. Prácticamente toda la vida he aguantado comentarios sobre mi ropa, pelo y gustos y, normalmente, siempre ha ganado una palabra sobre todas las demás: "rara". Tampoco es que haya sido un problema porque yo eso siempre me lo he tomado como un cumplido así que me ha venido dando igual, por no decir otra cosa (que acabo de empezar el post y no quiero abrumaros con mi fina prosa, hostias). El tema es que yo, como ya habéis visto -sobre todo si me seguís en Twitter - tengo una manía: contar cosas. Cosas que me pasan. Todo el rato. A todas horas y te guste o no. Me veo a veces un poco Shoshana pero sin esa velocidad -que sólo saco para desquiciarte si veo que te estás aburriendo con lo que cuento. ¿Callar? Callar es para lúsers. No considero que me pasen cosas raras pero un día estaba yo contando algo que me había pasado cuando una persona -un poco especial , digamos- me soltó la frase que da título al post de hoy: " Tía, te pasan cosas ra