Bye, bye, W.
Hace nada decía que quería escribir. Que iba a dedicarme a ello... Pues hoy tengo una súper mega noticia. Por fin ha llegado mi momento. He decidido que no voy a escribir. No quiero ser escritora. No voy a seguir obligándome a escribir, sintiéndome mal por no tener tiempo, ganas, inspiración o ninguna de las anteriores. No voy a sentirme juzgada por gente que, con dificultades, es capaz de escribir su propio nombre. Ni por gente que haría llorar a cualquier Nobel, con razón. Me he cansado de perseguir algo que no sé si algún día llegará, de poner mucho esfuerzo y tiempo en ello cuando no ando sobrada de nada de eso. Hoy digo adiós a otro sueño y creo que ya no me queda ninguno. Hoy me libero de las ataduras que llevaba arrastrando 30 años. Además, a este lado de los libros tampoco se está tan mal.