Mi hermana: ¿Pero no vas a venir ni un rato a mi cumpleaños?
Leti (la cómplice): Tu hermana dice que no quiere hacer nada por su cumpleaños, que tú no vas a ir.
Mi madre (otra metida en el ajo): Tu hermana está fatal, que cómo eres, que ella está con la despedida y tú ni caso le haces.
JA.
El pasado 2 de abril fue el cumpleaños de mi hermana pequeña, Sandra. Probablemente la mejor persona que habite la Tierra y parte de la Galaxia. La mejor persona con la peor mala leche. Pero una mala leche de la hostia. Muy heavy todo. ¿Qué puedes hacer cuando quieres tantísimo a una persona así? Pues prepararle una fiesta sorpresa y rezar para que no te reviente -porque encima la nena hacía Taekwondo. Esto de rezar os prometo que es verdad verdadera.
Pues a espaldas de mi hermana le liamos una buena, aperitivos varios, sushi (¡que me enseñaron a hacer el otro día, por fin!) y tortillaca de mi madre. Y yo, por supuesto, le tuve que hacer esta tarta Minion porque la ocasión lo merecía. ¿Os gusta? Después de mirarla y remirarla no dejo de emocionarme por el momento y también por lo cuca que me quedó.
Aquí podéis ver algunos de los detalles. Había hecho un par de tartas de fondant ya pero esta ha sido tan especial que me emociono y todo aún :_)
A todo esto, el día del cumple íbamos a tope preparando la cena cuando se da cuenta mi madre de que eran las 23.00 y mi hermana salía a esa misma hora de trabajar, corriendo se fue a recogerla mientras los demás las esperábamos escondidos en el salón (Leti y yo en una esquina lo más lejos posible del alcance de mi hermana por si nos pegaba un palizote).
Allí todo el mundo trabajó y mientras unos cocinábamos otros preparaban el salón para la fiesta. Con su cartelito y sus globos. Habíamos quedado en que cuando estuviesen en el portal mi madre me daría un toque. Pero claro, tenía que disimular y como a la vez iba hablando con mi hermana y de los nervios, la mujer nos llamó a cada uno de los que estábamos en la fiesta. Mi primo que iba a ser la sorpresa especial estaba en otra habitación y cada vez que me acuerdo de él diciendo que ya subían mientras el teléfono de Leti sonaba a todo trapo (la llamaba mi madre) y ella no conseguía sacarlo del bolso me parto las costillas :_)
Mi hermana intentó hacerse la dura, dedicándonos miradas de odio para no llorar pero cuando apareció mi primo y se abrazaron se derrumbó, yo también empecé a llorar de la emoción porque nos veía a los tres en casa de mis tíos jugando al EyeToy en la Play 2 y jo.
Y esa es la historia de esta tarta, la quería compartir aquí porque no todo son "besitos, vamos a hacer una recetita, cogemos un platito, echamos la masita, removemos con cuidadito" y todas las pasteladas que vemos en los blogs de cocina. Y quería dedicar la entrada también a mi hermana Sandra porque es la puta hostia, y aunque nos peguemos/odiemos y demás, al final volvemos a querernos y así siempre.
Y antes de terminar os voy a comentar otra cosilla a la que le estaba dando vueltas hoy. Hace unos meses fui a comer a un sitio nuevo que habían abierto al lado de casa, fue una completa decepción. De la rabia que me dio que la comida estuviese tan mala y que nos hubiesen tratado tan mal creé un blog para hablar de restaurantes en Albacete. Hice una entrada con todo detalle sobre el sitio y la comida desde el más absoluto respeto aunque me fue muy difícil. Finalmente no lo hice público, aún tengo el blog creado y tal, pero me pareció que un mal día lo puede tener cualquiera y que una entrada de ese tipo no ayudaría en absoluto a alguien que acaba de montar un negocio. Además mi educación no me permitía hacerlo, no sé, una que es rara y saluda mucho (eso me lo dijo una vez una compañera de trabajo... como algo MALO, en fins).
Muchas veces he pensado en publicar el blog, volver al sitio que me decepcionó y darle una segunda oportunidad. Me encanta comer y me encantaría que la gente pudiese saber cómo se come en Albacete que es COJONUDAMENTE en el 90% de los casos.
¿Por qué os cuento esto? Pues porque hoy me han dado muchas más ganas de retomarlo al encontrar un blog que ya lo hace con unas formas que dejan mucho que desear. Hemos mamado demasiado Risto/House/Chicote y estamos rodeados de críticos wannabes que se envenenarían si se mordiesen la lengua. Así que en cuanto tenga tiempo me pongo con ello, vais a flipar con cómo se come en mi ciudad, chatis. Os lo promise.
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